En el Gobierno tienen que tener en cuenta que en la catástrofe económica que estamos viviendo, el ciudadano está muy sensible a los precios de los bienes y servicios que utiliza cotidianamente. Entre ellos destaca el gas licuado de petróleo (GLP), que es utilizado por el 60% de los hogares a nivel nacional
En estos momentos hay una especie de tensa calma, el precio está siendo definido por la producción local, pero cuando se incremente la demanda, que está muy influenciada por el GLP de uso vehicular, la importación retornará y la formación del precio a nivel de primera transacción estará signado por el llamado precio de referencia (PR), que es el que corresponde a una simulación de importación con margen de utilidad competitivo.
El PR tiene dos versiones que se publican semanalmente: el de la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo (SNMPE) y el de Osinergmin (OSN). Al 15 del presente mes, el primero era 58% mayor que el segundo. Tremenda desautorización pública a la entidad estatal.
La diferencia de valores está en tres rubros: flete, gastos de importación y el margen de utilidad del importador. El de mayor ponderación es el flete, que, hasta el 26 de abril pasado, en el cálculo de la SNMPE llegó a ser hasta 65% mayor que el de OSN (06.04.2020). El diferencial ya era significativo como para que ameritase una explicación del Ejecutivo. A partir del 27 de abril, la diferencia ya es de escándalo, ha llegado el 15 de junio a 302% y la autoridad ni se ha inmutado.
La trascendencia es que a partir de esta semana la demanda se va a incrementar por el GLP de uso vehicular, que había disminuido a cantidades ínfimas, pero que en condiciones normales representa el 38% del consumo total. Retornará la importación y la base para la formación del precio de primera transacción va a incrementarse significativamente, lo que será trasladado al consumidor. Es urgente la necesidad de que Osinergmin, conjuntamente con el Ministerio de Energía y Minas, que pone las reglas de cálculo según la legislación, aclaren esa diferencia descomunal en el flete. Los ánimos están exacerbados, y un hecho como el descrito va a generar malestar que puede devenir en un conflicto social de proporciones y va a incentivar a que se legisle demagógicamente.
César Gutierrez Peña